Aire Puro




viernes, 11 de septiembre de 2015

Crítica de la función en Buenos Aires, Sala La Máscara - Producción: Fundación Valta Thorsen


AIRE PURO (en el viento)
De Lautaro lamas & Severo Callaci


La vida es un ejercicio para nómades, para seres que deambulan, que vagan de un sitio a otro buscándose, buscando algo que les muestre que están vivos.

Diario de un vagabundo http://dduv.blogspot.com.ar/

El sueño y la ilusión se establecen así como prioridades. Pero no lo hacen como la prioridad razonable de la cosa frente al relato, sino con la prioridad del espejismo frente a la realidad. Despegarse de la eternidad del momento, ya sea hacia el pasado o hacia el futuro, nos hace caer siempre en la desdichada sucesión de  malos momentos, lo cual no puede hacer otra cosa que generar tedio, frustración, reproche, resignación al fracaso, o sea una duda existencial.

Dionisio Luna (LAUTARO LAMAS GIUNTOLI), despierta en medio de la nada, en la calle, arrecostado sobre un cajón que lleva consigo como único equipaje. 
El Coraje de Vivir para él, es enfrentarse a sus propios miedos.
“Muchas veces, una mirada una revisión interna, es el impulso que necesitamos para tomar conciencia de que hemos tocado fondo.

La huida hacia la libertad, dirigieron sus pasos al sur, se mueve a un ritmo vertiginoso, a verse obligado a cargar con bienes u objetos inservibles.
Atravesando fuertes vientos, la inclemencia del frío, con casi nada de provisiones, y una rudimentaria ropa de abrigo, con esas condiciones cruza a pie varias regiones. En medio de esta travesía, intercambia contacto con otros sujetos, por un lado la buena acción de brindarle una sobra de comida, y por otro un ataque de ira tanto verbal como física.  
La esperanza está puesta en soluciones pequeñas, aunque en su espalda carga sentimientos de pena, intranquilidad y tristeza, por la pérdida del goce de los simples gustos de la vida diaria, que alguna vez conoció.
  
La fe es la capacidad de soportar la duda de lo que vendrá… en este caso sobrevivir a este misterio que tiene la vida líquida, caracterizada por no mantener ningún rumbo determinado puesto que se halla inscrita en una sociedad que, en cuanto líquida, no mantiene por mucho tiempo una misma forma.
Lo que define nuestras vidas es, por lo tanto, la precariedad y la incertidumbre constante.

Un unipersonal impecable, por sobrados motivos, por la excelencia de su realización, con una dirección certera, aguda que responde a los patrones temporales; junto a la notable y prestigiosa reconstrucción del personaje. Brillante, formidable actuación, imponente los gestos, sus movimientos, su mirada, esa vivencia dolorosa se ve magnificada por la vulnerabilidad y la enorme ternura que compone este actor en su papel, inmensamente conmovedor. Pasa por varios estadios viviendo el amor y la soledad de un modo muy particular, y no cayendo sólo en el texto dramático.
Seduce la historia por este sentimiento de inexistencia, de invisibilidad, demostrando que cada uno carga como puede con esta humanidad que le ha tocado.

La ausencia de escenografía, la hace más atrayente, sólo su cuerpo, unos objetos, las luces y el espacio escénico, un vestuario muy acorde a las circunstancias son suficientes para mostrar cuando, el mundo se derrumba para un ser humano.  

Simplemente Excelente obra.
ALTAMENTE RECOMENDADA!!!

Redactora: Silvina Brandana




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